¿Cuantas veces ha sido la última vez que pecaba por lo mismo?
No hay problema
sin neuronas carcomidas
ni fragilidad inherente
ni ausencia de yo
ni respeto propio
ni auto-misericordia.
No hay problema
siempre lejos.
No hay problema
sin esperas.
No hay problema
si tomando consciencia
eliminas sus raíces.
Pero lo hay.
Quizás el ego y sus connotaciones no son el problema, sino la ausencia de uno propio para no divagar ni negar la obviedad que darse siempre a las demás personas es esperar que ellas se deban a ti, siendo consciente de que eso es algo que jamás va a suceder.
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