con una periodicidad mortal.
Pum.
Metal en cueva y la cola de un eco
apuntando a mi cuerpo aislado en un centro.
Pum.
Caigo. Caigo y con los dientes
hago que sangren mis labios.
Pum.
No hay re-vuelta ni ida ni retorno,
solo esa esterilidad de mis raíces.
Pum.
No quiero oíros. Callad, callad.
Dejadme sola. Os necesito.
Pum.
Metal en cueva y la cola de el eco,
tres mil ochocientas cincuenta y dos direcciones.
Pum.
Los cuatrocientos golpes
y una escapada sin final.
Pum.
Dentro de una gota de lluvia,
atraída por la gravedad.
Pum.
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