La gota ha colmado el vaso y el mar ha inundado mi existencia, mis infinitas muñecas rusas ahogándose en medio de un show que ya no tengo putas ganas de seguir.
Algo ha vuelto a cambiar dentro de mí. Como el ave Fénix, he resucitado de mis cenizas después del hundimiento.
Pongo fin a nuestro encuentro. Ojalá algún día pueda desearte suerte en la vida.
Por el momento... espero que tengas muchísimos obstáculos (de los difíciles, de los jodidos) en tu camino.