7/2/13


Es como un espiral
que nunca se destruye
ni se va.

¡Si pudiera deshacerme de mi cordura...!
Anclarme en tu cuello,
dormir en tus pestañas.
Pero nunca estás.
Ni siquiera existes.

Una niña que no imanta ni tiene imán.

Cúrame este invierno eterno
ven a cubrir de veranos mi hiel...
O vete ya, cruel esperanza,
desatas mi insomnio
y impones sueños exorbitantes.