15/4/19

manantial

las migajas que quedaban
- si es que alguna vez las hubo -
se han ido con un soplo de viento
blando y suave, cálido

mecedora y agua salada
sofá, cama y hogar
desayunos tardíos
y piel, piel, piel

me gustan tus lágrimas
hidratan mis surcos
y tu risa cuando se desata
cose los harapos sueltos

tu pecho es un manantial
y yo bebo, bebo, bebo

14/4/19

lenguas negras

cómo voy a ser madre
si no he acabado de ser hija
si no he conseguido ser hija
cómo se es madre aún siendo hija

quiero ser madre
pero ni siquiera sé
ser persona
ser amiga hermana amante
ser de mí
y ser con el resto

quiero ser madre
pero no sé ser individua
existencia única
un hueco arrastra mi pecho
hasta el vientre
lleno de sangres
un cerebro
vacío de finales
comienzos con piel de erizo
y lenguas negras

4/4/19

estro

fui inconsciente de la magnitud
de la pérdida
hasta que re/apareciste como nadando
oculta entre
aguas cristalinas, agitadísimas
como yo
en ese desierto donde no cabía yo,
aguantando
como siempre todos los ahogos
y me vi

de pronto suspendida
alrededor
un enorme y sofocante vacío
y a los pies
todos los pedazos, aquello que
antes había
dentro de mí y por todo fuera
todo roto
todo roto
roto todo


pero volviste

reencontré tu ardor en el fondo
entre estómago y diafragma
extendiéndose por mis conductos
motorizando de nuevo mis extremidades
colocando otra vez mi piel
formando un nuevo rompecabezas

3/4/19

amigas

qué haría yo si no tuviera
flores que regar
qué haría yo sin su olor
se cuela por mis túneles
lo inspiro y se traduce
el tapón sale disparado
a romper el cristal
encima de nuestras cabezas
y yo puedo vaciarme
sin manchar a nadie con mi mierda
qué haría yo sin mis flores
calmar su sed alimenta mis pulmones
ver cómo crecen
ver cómo se hacen robustas
cuidarlas cuando se marchitan
ver cómo se vuelven de colores
sentir su arte cerquita de mí
el abrazo más táctil del universo
el motor que me hace arrancar
el fuego que mueve y despierta
esa musa tantos meses adormecida

que mi numen sois vosotras
todas y cada una de las artistas
que comparten su oxígeno conmigo

13/03/2016 - de cuando descubrí la palabra brizna (gracias a Lorca)

Una brizna de sol me ha despertado.
Lánguida y puñal, en mis sienes
sus trazos-hielo ha clavado.
Mi mirada entumecida
ha quedado estupefacta,
vencida ante el espectáculo.

El croma escupe infinitos matices
al viento, al campo, al crepúsculo;
y las demás seguían dormidas
mientras en la radio celebraban un gol.

Y yo he pensado en la claridad del cielo,
en sus múltiples azules y en la suerte que tengo.

Tú siempre presente en ese verso:
"te sigo por el aire como una brizna de hierba".