29/8/15

(No entenderse o hacerlo demasiado)

De ir y venir y ya
no saber cómo ponerse.
Haberse reincorporado
demasiadas lunas.
No hay postura funcional,
el colchón sigue abultado.
De pilares que se van,
pilares que no vuelven,
pilares insustituibles.
Pilares cuyo regreso
no se puede suplicar.
De mirar a ciegas desde el gran árbol
hacia el lado oscuro del satélite,
allí donde las almas solían olvidar.
Y es así cómo se suceden los soles
que jamás dieron calor,
que siempre irradiaron sudor.
Así, día tras día, sustituyéndose
entre idas y venidas,
sin saber aún cómo ponerse.

26/8/15

Azuloscurocasinegro

Quién pudiera
dejar de fingir
amarrarse y clavarse
en la indiferencia,
poder sentirla
y dejar de sentir.

Bajar al océano,
sumergirse al silencio.
Azul oscuridad.

La indiferencia
es mi quimera.
Mano de santo.
Coraza férrea.

Sin embargo,
resto a la vera
del sol y su fuego,
y ardo.
Que siento tanto
y tan fuerte
y tan adentro,
que no sé
qué siento.

19/8/15

De escribir deprisa y temblando (4 am)

Y el nudo se fue anudando.
Di vueltas y vueltas
alrededor del mismo eje,
la soga atada a mi cintura.
Sin parar...
y ocurrió. 
BOOM.
La explosión infame
que fundió las perseidas,
que dejó mi garganda sorda
y vuestras orejas mudas.
Y fue mi culpa. 
Mía y solo mía,
siempre intentando atar lazos
por todas partes,
sin apretar bien,
descuidándolos,
esperando...
Y esperando olvidé su apática
existencia de objetos inertes.
O quizás simplemente olvidé
que mi existencia
lejos de la suya
deja de existir. 
No sé. Quizás solamente
he desaprendido lo de antes.
Porque lo de después sustituyó rápido. 
Cuando las caricias raspan,
un solo pestañeo es capaz de derretir...
Y yo sigo con el corazón hinchado
y la piel sedienta
y los huesos descalzos
y la mirada inundada
de mares que se quedan dentro
porque no hay donde depositarlos.


(De haberlo estropeado todo y no saber cómo arreglarlo.)

17/8/15

Hay un golpe definitivo que colma el vaso y acaba de arrancar, definitivamente, las raíces.

Mejor no hablemos
de vuestros alientos
clavándose en mi nuca
en mi mirada y en mi tripa,
en todos mis adentros.
Mejor no hablemos
de qué significa sentirse
aceptada, valorada, amada,
¿qué significa sentirse amiga?
Mejor no hablemos
de buscar fuera,
de encontrar fuera
lo que jamás estuvo dentro
y ya no saber volver
a esos adentros carcomidos.
Mejor no hablemos
de pender de tres hilos
que del peso se quebrantaron
y yo me desprendí
ligada solamente a la sangre.
No, mejor no hablemos.
Yo hace tiempo que perdí mi voz,
vosotrxs ya no disponéis de oídos.

14/8/15

Mi personulidad*

No desaprendo
ni lo contrario.
Cuánto más sé
más golpes me doy,
la posibilidad de movimientos
se reduce
en estas cuatro paredes.
No lato,
la distancia paraliza el bombeo,
que yo no sé pisar fuerte
si no os tengo cerca.
Soplarle al viento
desde una dirección ambigua,
ni a su favor
ni en contra,
inútil forma de respirar,
me anulo.

*"Mi personulidad" es una canción de Love of Lesbian

11/8/15

AMOdio el feminismo

Amo el feminismo porque me ha hecho ver la realidad de otra manera, de la forma más pura, de la más verdadera, a través de unos ojos sin prejuicios, de una mirada desprendida del filtro patriarcal. Amo el feminismo porque ahora ya sé que en mi cuerpo no hay imperfecciones, que no existe tal cosa tan absurda. Tan solo existen las características, los ojos azules, las estrías, la piel suave y las varices. Que mi tripa y mis pechos no son feos, simplemente son. Que no deciden los estándares fijados por y para el hombre. Amo el feminismo porque he entendido que sentirme incómoda ante las burdas palabras gritadas por un hombre por la calle es normal, que lo que no es normal es su desfachatez y su poco respeto. Amo el feminismo porque gracias a él he aprendido a amar mi cuerpo como es, a enorgullecerme de ser quien soy sin miedo, de ser una mujer y de expresarme sin tapujos. Amo el feminismo porque me ha demostrado que los cuerpos solo son carcasas, que el género no es algo binario, y que qué más da si coños o pollas cuando lo importante son las mentes.

Amo el feminismo, es uno de los pilares de mi vida. Por todo esto y por mucho más.

Pero también lo odio. Lo odio porque me hace sentir mal. Lo odio porque también hace odiarme (de un modo distinto al de antes, claro está). Me odio a mí por no poder, por no saber sentir todo eso que mi razón sabe y comprende. Me odio porque, pese a todo, sigo teniendo complejos y me odio por tenerlos aún tan arraigados en mis vegas. Me odio por temer al verano, por poner excusas a todo aquello que implique no llevar mis piernas y mi tripa tapadas. Me odio por no saber huir de las garras del patriarcado y me odio por dar lecciones que no puedo cumplir a mis amigas. Me odio por sentir que mi entorno desprecia todo aquello en lo que yo creo. Me odio por no poder cumplir lo que voy predicando, porque aún hay un vacío enorme en mi pecho que sé que no necesito llenar, pero que está ahí, que no puedo dejar de sentir que necesita ser llenado (por alguien).

Y, así, otra prisión alcé con mis propios brazos. Me la clavé en la espalda, en los ojos, y ahora no sé cómo seguir luchando contra mí. Pero ya no puedo moverme.

3/8/15

El devenir (o cómo deberías venir, si supiera a quién o a qué hablo)

Ir y quedarse, y con quedar partirse.
LOPE DE VEGA

Mis piernas no dejaban de avanzar
a medida que el suelo se movía
en dirección inversa
y velocidad proporcional.
Resbalaron los momentos y ante mis ojos
una revelación.
La espuma del café se enfría,
se hace vieja, mezquina,
y el cigarro espera labios
que succionen su veneno
delicioso, humo condenado
a llevarnos de camino a la cruda muerte.
"Muerde las nubes
y trágate todos sus rayos firmes;
pues no hay más muerte en vida
que vivir sin electricidad,
porque la sangre se espesa,
se dilata en suspiros,
se coagula en todos los nudos."
Y ya podía morder, ya,
que sin dientes
las sonrisas quedan feas,
macabras.
La detención no es ni una opción,
el retroceso me da calambres en los ojos,
pero mis piernas ya empiezan a quejarse.
Tanto recorrido, tanto cambio,
pero ningún destino.