20/9/16

Una copla

La vecina canta una copla e inunda de paz el silencio de este caos ahogado. El yo eludiendo una vez más mis responsabilidades tras ese mi siendo un menor cargado de bemoles, refugio construido por sobre-inhalación de voluntad sin dirección ni destino. La vecina canta una copla, pero sigo hiriendo y desgarrando todas y cada una de las cosas importantes, no vaya a ser que me vaya y aún me quede algo, no vaya a ser que eche de menos.

Pero la copla de la vecina me tranquiliza. Me envuelve y me hipnotiza, me hace creer que estoy sola en el mundo. El sol, su voz y ese olor como de siesta pre-comida. Dormir.
Dormir.

Dormir.

15/9/16

¿Cómo se puede no escuchar una voz que no se percibe a través del oído,
si no que corroe cada mililitro de la sangre y controla todas las neuronas?

14/9/16

Pablowski, el poeta

Los versos en adagio emanaban de su garganta
para hacer nido en mi sangre
como en tinta los tenía clavados en su bíceps.
Y yo, presa de su voz,
sentía su dolor penetrar por cada poro,
agua espesa, desazón.

-El poeta se saca el corazón del pecho y te mancha con su sangre,
y tú no te apartas, tú recibes, tú vives y respiras
el mismo aire que le ahoga, le inspira y le encarcela.
Y tú, la segunda persona de mi yo más altiva,
ansía convertirse en ese poeta aún sin atreverse ni siquiera
a mirarle a los ojos cuando ya no está recitando.-

Los versos en adagio emanaban de su garganta
y el poeta se quedó a vivir para siempre en mis sienes.


8/9/16

Vertida

Huyó del bullicio con la excusa de su falsa introversión. Si bien es cierto que jamás había sido una chica extrovertida, esta necesidad de clasificación que flagela y coarta la humanidad la había relegado al puesto de solitaria e introvertida. Y hubo un tiempo en que lo creyó. Si nadie quiere escucharte que sea porque tú no quieres hacerte escuchar.

Huyó del bullicio con la llave y se encerró ante un cielo que tenía tanto miedo de oscurecerse que oscilaba entre rojos, amarillos, verdes y azules. El camí més llarg per tornar a casa. Como quien se olvida cosas en tu bolso para poder volver a verte. Como escribir para no dormir y luego culpar al insomnio.

Huyó del bullicio y de su supuesto espejo, ahora opaco (que no negro), bajo el cielo miedoso de anochecer y el vehículo del mismo color que esa isla.

Cómo se rompió aquella noche solo lo saben los rojos, los amarillos, los verdes y los azules. Los pedazos iban quebrantándose a cada respiración, más y más, y más piezas. Cada vez más pequeñas. Y la ceniza no puede reconstruirse, solo recogerse y esperar que de ella pueda renacer algo o definitivamente quedarse muerta para siempre.

·

And I know I'm dead on the surface, but I'm screaming underneath.

Las calles muertas de frío

Jamás podréis comprender las calles muertas de frío. Hay un niño que solloza entre la maleza y un nido congelándose en la segunda viga. Y la chica diminuta, que avanza descalza por la escarcha que dejan vuestros pasos por sus túneles. Vosotrxs, la mirada siempre preparada para desviarse a vuestros adentros proyectándose y los pies siempre calientes, en cualquier condición.

Y con los pies calientes no se pueden comprender las calles muertas de frío.

2/9/16

Autoretrat enmig del gel - Grindavík

D'on surt aquest matoll?
Hi era la meva consciència quan
per volta primera obrí jo els ulls?
Què és aquesta pudor que tot ho corca?

Desossada, gemec a gemec m'abandono a un silenci del qual sóc presa i depredadora.
Tot es podreix a cada sospir, els ulls han de restar clucs.