30/6/14

El asco que me dais, ignorantes por convicción y no por circunstancia, es superior a mis fuerzas. Siempre he sido débil, siempre he tenido mis pilares fuera, lejos. Para que los que me vean piensen que afronto la vida sola cuando eso es una banal mentira para hacer que me veáis fuerte y poderosa. Pero no. Siempre he sido, soy, un pequeño ser asustadizo que odia su persona. Este sitio claustrofóbico me recuerda siempre que aquí tan solo funcionan los disfraces y yo nunca he sido buena actuando. Porque hace siglos que lo sé y, aunque a veces lo haya creído, no consigo adaptarme; soy frágil.

sometemos nuestros cuerpos
a sobredosis de emoción
y distancias largas
que nos matan lento...


no tenemos tiempo

No, no tengo tiempo que perder entre estas cuatro hogueras. Necesito correr y volver poco. Menos incluso del que vuelvo. Que solo veo desiertos en vuestros ojos, que no fluye el viento en vuestros pensamientos. Y tú, tú que me ayudabas a ignorar este hecho, tú que me arropabas desde lejos, yaces dormida en algún sitio. Invisible pero de algún modo atenta. Y yo te echo de menos, siempre.

·    ·    ·

-Y entonces llega el punto en el que ya no sé ni de quién hablo. Puede que hable de demasiada gente y no sepa expresarlo. Puede que en mi vida solo haya dos centros. Puede que todo sea mentira y yo tenga una mente demasiado propensa al peliculeo fácil. Quizás solo yo me entiendo y lo único que hago es confundir a las personas que, por algún extraño motivo, me quieren. O simplemente paso impasible por las sendas que me dirigen a mi propio calabozo, sin derramar ni una sola lágrima en siglos. Porque siempre he sido eso, una roca frágil e invisible.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario