6/2/17

a-dioses

Todo el mundo dice que no se le dan bien las despedidas. Yo pensaba que compartía esta afirmación hasta que me choqué con su absurdez. No se te puede dar mal o bien una despedida, eres más o menos egoísta o más o menos graciosillx. El otro día descubrí que sí se me dan bien las despedidas. Y es que despedirse no consiste en no estar triste o decir las palabras adecuadas o llorar o intentar que la otra persona se entere de lo que tú sientes. Despedirse trata de hacer olvidar a esa persona que se está yendo, despedirse consiste en sonreír y dar un abrazo, transimir confianza e huir de los dramas. Despedirse es ofrecer una manta al viajero norteño, entregar una cantimplora con agua a la que huye al desierto. Despedirse no va de quienes que se quedan, va de hacer felices a quienes se van.

Y ya si eso, de camino a casa, perder un poco de sal.

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