24/10/12

Hay un pozo,
un pozo profundo
que no tiene fondo,
que es demasiado oscuro.
Hay un pozo
cuyos muros alcé con prisa,
pero sin un ápice de voluntad.
Y ahora estoy aquí presa
arañando las paredes con horror,
desangrándome los dedos,
añorando el exterior
con mis ojos que,
cansados de soñar utópicas fantasías,
siguen aún ansiosos de encontrarlas.

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