19/3/13

Mis leones se comen mi cuerda,
no puedo alcanzarla.
El insomnio me magulla,
me absorbe,
me hace aún más absurda
en esa lucha contra mí
de la cual no me dejan salir.
No sé salir.
Las cucarachas revisten mi piel.
Los almendros nunca florecen.
El viento elimina todos mis esbozos.
Demasiadas hojas en blanco,
no hay tinta en mis venas,
tan solo un humo oscuro y rancio,
un humo de metal que araña con su frío ardiente
de miel y azúcar.

En vela las noches agudas.
En vela las negruras sólidas.
En vela el sonido de mi latir.
En vela el azul de mi cuento.
En vela todos los sueños alcanzables.
En vela todo lo inalcanzable.
En vela mi huida.
En vela mi ser.