26/8/14

De todo lo que tú acostumbras soy contradicción (porque si no vienen las tormentas me las creo yo.)

Es en este agujero donde viven las cucarachas que pretenden acallar mi caos. Pero mi caos es furioso y cuando se ve atascado se desata en llamas, en destrucción, en bruma. Poco a poco, día tras día, me he ido haciendo pequeñita, diminuta como el polvo, y mi caos me ha devorado, enfadado conmigo porque no lo he dejado fluir. Pero no tengo espacio. Cuanto más pequeña soy menos espacio tengo. Otra de mis contradicciones. O no. Quizás algo tiene sentido. Soy tan pequeñita que nadie escucha mis gritos. Solo los seres especiales son capaces de oírme, por eso son especiales. Son como estrellas que brillan más que el rastro fugaz de sus muertes, pero que se quedan. Y entre tanto caos existen ojos que a cientos de kilómetros, aunque a veces estén lejos y ausentes, están ahí. Mientras yo fabrico tormentas y construyo montañas con granitos de arena. Mientras mi caos, atacado por los gusanos que devoran el ambiente de este pozo, va arañándome. Mientras, tú, siempre intermitente, apareces y, con tu paz, incendias mi respiración.

1 comentario:

  1. Que bonic. Cal sempre tenir qui, entre tanta bogeria, ens sapiga recolocar una mica les coses. O que se'ns afegeixi a la bogeria, pero que no la provoqui sino que la comparteixi. És tan agraït descansar de tant en tant...

    ResponderEliminar