Que mis ganas de llorar no me las quita nadie.
Que cuando necesito escuchar esta canción es cuando estallo.
Que he implosionado como un huracán abatiéndome.
Y no sé cómo.
Y no sé por qué.
Me consumo.
Entre el silencio se esconden gritos ahogados y miradas bajo mares que buscan consuelo. Pero la sal pica y pica... Y los ojos se abrasan entre rojo y miel, entre bipolaridades exactas y opuestas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario