20/12/14

Extrema debilidad (primavera, ven y cúrame el invierno).

Últimamente todo consiste en perseguir universos sin darme cuenta de que son infinitos. Entre vendavales de furia desencadenada y vorágines de miedos y ausencias, me dedico a cazar imposibles que no existen. Como si quisiera atrapar el agua con los dedos y encerrar el aire en una prisión.

Vivo en el eje de un huracán de brazos sangrientos,
miradas que arañan,
voces que los lunares me arrancan.
Perdí las riendas en un intenso ciclón de implosiones fugaces,
despellejada
-eterna sangrante.

¿Y todo para qué, todo para qué?
Viento de cara.
Tengo un hueco en el alma muy frío y profundo lleno de una ausencia que me hace anhelar ser invisible
y colarme de noche allí donde no pertenezco.

Tiemblan mis venas sin parar buscando detener este descontrol, pero es que yo ya no puedo hacer más si este más siempre resta. Mundos que estallan en mis pecas y crean túneles y cuevas de aislamiento, frías y extensas, yermas y punzantes. Soy un peón que todxs mueven a su voluntad, porque mi mirada amarilla es insignificante.

1 comentario:

  1. Me ha encantado leer tu blog, es una delicia. Espero que te pases por el mio. Un beso

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