4/11/14

Panda.

De com hi ha poliedres amb tants vèrtexs i forats que costa que encaixin; de com, després de moltes voltes, poden connectar tant bé. De com el temps fa que els angles més aguts dels cossos puguin convertir-se en corbes adaptables. De com les muralles externes i internes poden anar enderrocant-se, de com deixem que ens les traspassin.

(Ara em tocava a mi, petita I. És el meu torn de parlar-te entre secrets i de fer-te saber la sort que és tenir-te.)

Las luces más cegadoras y cálidas las desprenden los cuerpos más diminutos y frágiles.
Los refugios pueden ser miradas azules, como la tuya, la que jamás pregunta y la que siempre parece entender.

Si yo soy una luna necesito luces que me iluminen, y tú cada vez irradias más fuerte mi piel y, fijándote en la disposición de mis grietas, me abrazas para que el frío no cale en ellas y no me haga pedazos. Lo haces desde lejos, en silencio, quizás sin darte cuenta. Algo que sirva como luz... porque lights will guide you home.

Nadie te ha visto temblar, porque eres el mar (tan azul, tan gris, tan lleno de colores), y te pido que no te escondas. Que hasta los mares más poderosos se convierten en sus propios náufragos y necesitan a veces un rescate. Que tus mares jamás se queden dentro porque implosionar tan solo provoca grietas de las que dejan penetrar un frío que, cuando hiela, quebranta hasta el aire.

Petita llum... gràcies per ser un oasi quan el desert m'ofega.

1 comentario:

  1. Y A ESTO SOLO ME QUEDA POR CONTESTAR QUE MIS GRIETAS SON MENOS GRIETAS SI NOS VAMOS APRETANDO FUERTE CONTRA LAS ROCAS. Y TU ERES MI ROCA.
    A VECES EL FRIO TAMBIÉN PUEDE QUEMAR.

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