A veces pienso que de nada sirve huir. Cada año asalta la misma pregunta sin respuesta y yo ya no puedo dar más vueltas buscando una salida que no existe.
¿Me habré equivocado?
¿Y si nadie entiende cómo soy en realidad?
Siempre me dejo arrastrar cuando las cosas huelen a vida, pero es que me olvido de que mi olfato no funciona bien. Y me he vuelto a equivocar, quizás. No debería estar aquí. Ni allá. En ningún sitio.
No.
Nadie entiende qué es lo que hay dentro.
Jamás nadie va a ver lo que hay dentro...
No.
Porque yo no soy una persona que odia por odiar. No soy alguien que se cree superior a los demás. No soy esa acumulación de envidia y celos escondida en un rincón.
No.
No lo soy.
No quiero serlo.
No y no.
No.
Jamás nadie va a querer mirar...
(...y yo jamás voy a poder querer mostrarlo.)
No hay comentarios:
Publicar un comentario