No es culpa de nadie.
La culpa es mía.
Solo mía.
Mía,
mía,
mía.
Me he quedado todo el veneno del mundo
y lo expulso por los poros de mi piel.
Soy ácido,
destruyo todo a mi alrededor
y construyo un escudo,
un escondite de dolor.
No, la culpa no es de nadie.
La culpa es solo mía.
Así de avariciosa soy.
Solo mía.
Mía,
mía,
mía.
Soy yo quien se corta el oxígeno
y se zambulle
en ruidos
que se clavan hasta sangrar.
Y entonces huyen todxs,
nadie quiere orbitar a mi alrededor,
nadie puede.
Y me sigo hundiendo en mi pozo de acero frío,
una oscuridad naranja.
Yis iris estallan
y sigo sola,
con mi culpa,
la que es solo mía.
Mía,
mía,
mía.
¿Te acuerdas de eso de que eras mi voz, no?
ResponderEliminarPues me acabo de quedar muda.
My yellow bird... No soy tu voz, pequeña, tú y yo gritamos al unísono.
EliminarMi única solución es tener el corazón anestesiado.
ResponderEliminarinstagram: eli.ferreyra