- no existe la neutralidad.
Solo existe el débil andar
de las fuerzas impuestas,
regalarnos a pedazos
y compartirnos.
Es horrible el miedo incontenible.
No, no hay balance
que estabilice esto,
no existe el punto medio
entre vivir deprisa o lentamente.
Solo quedan las miradas
y no siempre acarician.
Qué felices,
qué caras más tristes.
Y es que perderse entre el naranja
no es un problema
si permites que el violeta dirija tus pasos
y disuelva este estancamiento,
y haga de los recuerdos
una luna lejana.
Lo leo y es algo duro con palabras dulces. Le das ese toque de sencillez y dulzura que te quedas con la sensación agradable.
ResponderEliminarEl primer párrafo es perfecto. Genial.
Muchísimas gracias por leerme y muchas más por un comentario como este. Gracias, de verdad.
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