17/10/15

Ay, mi corazón

Hay canciones que aparecen, de manos de las mejores personas, en los momentos más oportunos.
Pues no podía ser de otra manera...
y la letra se clava en mis retinas, se hunde en mi sangre y mi latir se desbombea.
Tambores en el pulso de mis sentidos, temblores en el musgo de mi nariz.
No puedo dormir.


Ay, llevo años escribiendo la misma canción,
ay, con el único fin de saber algo más de ti.
Versos inversibles, versos inservibles...
pues eres volátil y caprichoso, mi corazón.
Pues eres esquivo y caprichoso, mi corazón.

Ay, con la promesa de vivir intensamente,
¡ay!, seguí tus pautas ciegamente.
¿Y a dónde me ha llevado eso, mi corazón?
Mira, ¿dónde me ha llevado eso, mi corazón?

Ay, ¿es que no te importa lo que pase alrededor?
Que ya no seamos violentas,
que nos impongan la vida cruenta,
que se haga trizas nuestra fe,
que no quede más remedio que enloquecer.
A veces sí, a veces no, dices, mi corazón.
A veces sí, a veces no, confiesas cruel e indolente, mi corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario